El asunto de la Superliga Europea puede tener consecuencias graves para la Juventus de Turín. El club italiano, uno de los tres ‘supervivientes’ de la Superliga junto al Real Madrid y el FC Barcelona, se enfrenta al peligro de la exclusión de la Champions League y la Serie A. Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA, ha amenazado con tomar las medidas que considere oportunas contra la ‘Vecchia Signora’ para la próxima edición de la máxima competición continental, donde el club turinés siempre parte como uno de los aspirantes para cualquier casa de apuestas.
Por su parte, Gabriele Gravina, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), ha asegurado que excluirá a la Juventus si sigue apoyando el proyecto de la Superliga en el momento de inscribirse para la próxima temporada de la liga italiana.
Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y vicepresidente de la Superliga, se ha convertido en el blanco de todas las críticas por parte de los medios de comunicación italianos y por el resto de presidentes de los clubes de la Serie A.
Todos los actores implicados en el mundo del fútbol acusan al empresario italiano de las posibles consecuencias que pueda tener el equipo dirigido por Andrea Pirlo en un futuro cercano por su apoyo incondicional a la Superliga. Tanto es así que en el país transalpino aseguran que su cargo podría peligrar, aunque la decisión está en manos de John Elkann, primo de Agnelli, presidente y consejero delegado de Exor, empresa que cuenta con el 63,8% del capital social de la Juventus.
La Superliga era la gran oportunidad de Andrea para dejar su huella en la historia de la ‘Vecchia Signora’ y estar a la altura de la leyenda de su apellido. Sin embargo, esta oportunidad ha acabado convirtiéndose en una mancha en el historial del presidente más exitoso de la historia del club turinés: 18 títulos en 10 años, con nueve Scudettos consecutivos y dos finales de la Champions League.
El enfoque comercial e individualista de Andrea, el cuarto integrante de la familia Agnelli que preside al club turinés, contrasta con la visión romántica del fútbol de su tío Gianni. “Gianni fue la encarnación del fordismo aplicado al fútbol, Andrea es la encarnación de la globalización en el deporte, en la estela de Fiat totalmente globalizado”, señala el historiador Giovanni De Luna para la agencia de información AFP.
El vínculo de la familia Agnelli con la Juventus de Turín
Giovanni Agnelli, bisabuelo de Andrea, fundó FIAT (Fabbrica Italiana Automobili Torino) en el año 1899. En 1923, la familia Agnelli decidió entrar en el accionariado de la Juventus y hacerse cargo del club turinés, que contaba con una afición decente y una tradición romántica propia ligada a los orígenes estudiantiles del equipo. Edoardo, hijo de Giovanni, que había desarrollado su pasión por el equipo de franjas blancas y negras, se convirtió en el presidente del club. Bajo su mandato, la ‘Vecchia Signora’ se transformó en el club más estructurado de Italia gracias a la mentalidad y la organización corporativa aportada por Edoardo. En el terreno de juego, el club turinés disfrutó del llamado Quinquenio de Oro, ganando cinco veces el Scudetto de forma consecutiva desde 1931 hasta 1935. Además, también proporcionó a la selección nacional de Vittorio Pozo la base de jugadores para ganar el Mundial de Italia de 1934.
El fin de la época dorada de la ‘Vecchia Signora’ coincidió con la muerte de Edoardo en un accidente de hidroavión. Uno de sus siete hijos, Gianni, fue nombrado presidente de la Juventus el 22 de julio de 1947. Con apenas 26 años, Gianni reforzó el vínculo entre la familia Agnelli y la ‘Vechhia Signora’. Bajo su mandato, el club turinés ganó dos veces el Scudetto (1950 y 1952). En 1954, Edoardo cedió el testigo a su hermano menor Umberto, que tenía apenas 22 años. Umberto permaneció en el cargo hasta 1962, periodo en el cual llegaron al club turinés nombres como los de John Charles y Omar Sivori y que consiguieron tres títulos de la Serie A.
Casi cincuenta años después de que su padre, Umberto, fuera presidente del club turinés, Andrea cogió el testigo de la familia Agnelli en 2010, sustituyendo al francés Jean Claude Blanc. El empresario italiano cogió las riendas de un club que todavía estaba sacudido por el caso del Calciopoli, escándalo deportivo de influencia arbitral que provocó el descenso de la Juventus a la Serie B en 2006. Con su llegada tuvo lugar la modernización de la ‘Vecchia Signora’, ya que revolución las estructuras y la filosofía del club, y promovió el desarrollo de la política de patrocinios y el cambio de logo. Bajo su mandado, la Juventus acabó con el dominio de los clubes de Milán, ganando el Scudetto durante nueve temporadas consecutivas. A pesar de ello, la Champions League siempre ha sido su asignatura pendiente.
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