Si estás leyendo esto, es porque quieres saber cómo ser un líder en tu equipo de fútbol. Aquí, te daremos los consejos para que puedas conseguirlo, así que, sigue leyendo.
Qué significa ser un líder
Ser un líder, no significa que debas ser el capitán, si no que dentro del conjunto, seas un miembro importante y que busque llevar al resto por el buen camino. Hay incluso grandes líderes que no tienen un rol clave en el 11 titular, pero por su forma de ser, involucración y profesionalidad, saben guiar al resto del grupo y este, le escucha.
Aunque esta cualidad puede parecer innata, puede perfeccionarse, aprenderse y mejorarse.
Debes acumular un conjunto de características que son importantes y casi todas son relacionadas con tu actitud dentro del vestuario, con los compañeros o con los técnicos. Es obvio que es más sencillo ser un líder si tienes un papel importante en el campo, pero la veteranía y personalidad suma puntos muy importantes.
Te adelantamos que no te vamos a dar una cátedra de liderazgo, pero si unos trucos que se deben seguir para poder ir por sendero adecuado.
Cómo ser un líder en tu equipo de fútbol
Seguramente, necesites la experiencia dada por el tiempo, quizá necesites madurez o quizá confianza en ti mismo.
Llámalo como quieras, pero, tenemos que transmitir al equipo una idea y objetivo común. Debemos remar todos en la misma dirección.
Construye una buena química
Se debe construir una química especial con el resto. Comunícate con todos y ayuda a los demás cuando puedas. Es importante mostrar interés por el resto. No importa si hablamos de compañeros o miembros del cuerpo técnico. Siempre es positivo sentir involucrado a alguien y es más sencillo seguirlo cuando esto sucede.
Un buen ambiente de trabajo es clave en cualquier situación. Seas amateur o profesional, vas a pasar mucho tiempo con las personas del equipo y crear un buen clima ameno y de colaboración, hace que todo se vuelva más fácil de llevar: Entrenamientos, partidos, desplazamientos, no jugar, estar desconvocado, etc.
Muestra apoyo e involucración
La base sobre la que asentarse será siempre el apoyo al equipo y compañeros. Es la clave para ser un líder fuerte. Defender unos ideales y creer en ellos.
Involúcrate y toma posturas que ayuden al conjunto, participa y opina con cabeza sobre lo que beneficia a todos, tanto de manera colectiva, como individual.
El equipo es lo primero
Un buen líder debe estar dispuesto a opinar y apoyar decisiones que ayuden al conjunto, aunque esto suponga sacrificar cosas. Si en algún momento de la temporada, estás pasando por un bajón físico o lesión, debes ser sincero y hacerte a un lado en el 11 inicial. Primero, por ti (para evitar lesiones mayores) y segundo, por el resto de compañeros.
Es obvio que no jugar algún partido puede ser duro, pero la oportunidad vuelve a llegar para todos y hay que tener buena cara y animar desde la sinceridad al resto. ¿Qué sucedería si fuera al revés? ¿Te imaginas a otro jugador deseándote lo peor porque ocupas su puesto? Ser buena persona y compañero es algo que te construye como persona y te revaloriza al alza.
Sé humilde y ten los pies en la tierra
No olvides mantener la humildad y los pies en el suelo.
Hay que motivar al resto y estar motivado, pero es necesario entender que según el momento de la temporada habrá jugadores menos involucrados por su situación individual. Ayúdalos y consigue engancharlos como puedas al conjunto, ya que, la mejor versión de cada jugador es la que logrará que se dé la victoria para el conjunto.
Profesionalidad
Sé un ejemplo de comportamiento: Ten educación, sé puntual, respetuoso e involucrado. Son las pequeñas cosas las que hacen que seas un líder en tu equipo de fútbol.
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