¿Quieres saber cómo curar una ampolla en el pie? Te enseñamos cómo hacerlo y te damos unos remedios caseros para curarlas tú mismo/a.
Si estás en este artículo, damos por hecho que tu ampolla es una gran «colega». Te acompaña donde tú necesites y sois inseparables (literalmente). Si no es así y lo que buscas es prevenir que te salgan, te recomendamos este artículo de cómo prevenir ampollas en los pies.
Lo dicho. Tener ampollas es algo totalmente normal, sobre todo si has tenido un largo periodo de inactividad, estrenas calzado o trabajas en condiciones climatológicas adversas.
Cómo tratar ampollas en los pies
Existen principalmente dos formas de curar nuestras ampollas. Aquí entra un poco en juego lo que te puedas permitir según tu día a día.
Descansa
Sí. Suena obvio, pero la mejor forma de curar una ampolla es evitar todo el roce posible.
¿Tu rutina te lo permite? Pues te animamos a que tengas paciencia y que aquella zona con la ampolla no toque con nada. Verás como en varios días la cosa mejora.
En este caso, no toques la ampolla ni la pinches.
Aposito para ampollas
Una buena forma de potenciar esta cura es utilizar un aposito de ampollas o, más técnicamente conocido, apósito de hidrocoloide. En España, es el clásico «Compeed ampollas«.
Por si no lo sabes, un apósito de hidrocoloide es una especie de gasa húmeda que actuará como capa protectora. Sus principales funciones son:
- Evitar las rozaduras e infecciones.
- Aliviar el dolor
- Acelera la curación mediante la creación de un entorno húmedo.
Antes de usar este apósito debes limpiar bien la piel y dejar que seque bien dicha zona.
Si debes seguir realizando tu actividad haz ésto
Si tus deberes diarios te impiden parar y debes seguir caminando, practicando tu trabajo o deporte, la cosa cambia ligeramente, por lo que debes:
Pinchar la ampolla
Sí, como lo lees. Debes pinchar la ampolla, pero… ¡DETENTE! no de cualquier forma. Necesitarás una aguja estéril.
No vamos a entrar en detalles de cómo esterilizar una aguja, pero a modo resumen, puedes hacer lo siguiente para desinfectarla:
- Hervir la aguja en agua durante más o menos, 20 minutos.
- Quemar la punta de la aguja con una llama hasta que ésta quede incandescente.
Lo siguiente será pinchar la ampolla con el fin de que el fluido del interior salga de ella.
Posteriormente la desinfectaremos con un antiséptico o con alcohol de farmacia.
Finalmente, y después de todo ésto, ya podremos aplicar el anteriormente nombrado, apósito de hidrocoloide.
Qué no debemos hacer
Si queremos una curación óptima debes tener claro que en ningún caso:
Arrancar la piel de la ampolla
No debes arrancar la piel de la ampolla. No seas burro/a. Lo que conseguirás será provocar una herida mayor y será lo mismo que tener una herida abierta. Además, facilitaríamos que se infecte.
Si lo necesitas, córtala con unas tijeras desinfectadas, pero si puedes, evítalo y pon el apósito para ampollas por encima.
Quitar el apósito antes de tiempo
Si has colocado el apósito, no lo toques. Él mismo caerá con el paso del tiempo y de las duchas. Relájate y utiliza uno nuevo si es necesario cuando el primero caiga.
Si tienes algún otro tipo de lesión, te recomendamos el siguiente conjunto de artículos sobre lesiones.
