Redes sociales y otras energías nos arrastran a creernos superhéroes con una misión: Ser los mejores del mundo en determinada disciplina y acumular experiencias de las que poder alardear. No hay muchas medallas que premien ser más feliz que los demás, superar un momento difícil o conseguir plenitud y armonía consigo mismo. Lamentablemente, el reconocimiento …